Se ha intentado resumir a la química de varias formas: la ciencia central, la ciencia de las transformaciones, la de las relaciones de la materia con la energía, etc. Todas son incompletas, pues es la actividad científica con mayor número de publicaciones por día. Una ciencia tan cambiante, con tanta vitalidad, escapa a cualquier delimitación, por lo que sólo caben las metáforas, como en poesía. Sin el cambio químico no existiría el pensamiento, ni la música, ni la vida, ni el amor. Y la química pretende comprender estos cambios.
Aumentar el bienestar y lograr vida digna, con respeto al entorno y a las futuras generaciones, es el ideal de la química. El mismo ideal de toda gran empresa humana.
José Luis Córdoba Frunz, Química Analítica, UAM-Iztapalapa. Autor del libro La química y la cocina
Andoni Garritz Ruiz y José Antonio Chamizo